miércoles, julio 20, 2005

Parlanchines

Organizó Gabilondo un debate en la SER en torno a Irán y sus recientes elecciones. Sus invitados, los de siempre, expertos en la nada y graduados honoris causa en la venta de humo al por mayor, se dedican a acomodar la realidad a sus limitados campos de visión. Las orejeras no les dejan ver mucho más allá de los estereotipos que convienen a sus amos: el ultra Ahmadineyad se convertía en "conservador", el Iman que hace y deshace en "guía espiritual" y los reformadores en "incapaces". Ni una sola referencia a los poderes fácticos que desde el líder supremo Jamenei y el Consejo de Vigilancia bloquearon durante años cualquier posibilidad de reformas democráticas y cuya más evidente prueba es la eliminación sistemática de candidaturas reformistas. Eso sí, las elecciones habían sido democráticas.... porque había urnas, se supone, como si en España el "guía espiritual" que iluminaba occidente desde el Pardo no nos hubiera demostrado que la existencia de urnas no es la prueba del nueve de la democracia. El componente religioso y la esencial incompatibilidad entre el poder político de los ayatolas y el sistema democrático no tenía la mayor importancia para estos expertos en laicismo. Según los expertos parlanchines y sus orejeras, en la democrática lucha entre conservadores y reformistas habían triunfado los conservadores. Como en la España de 1.996 o 2.000, vamos. Es de lo único que saben hablar porque lo único que les preocupa es que vuelva a ocurrir. ¿Cabe sorprenderse porque vean el mundo con esa estrechez provinciana? ¿Podrían esforzarse en levantar la mirada de sus ombligos? No, me temo que no.