martes, febrero 20, 2007

Manifestación contra el proceso de rendición

"Todos los ciudadanos que ayer llenaron las calles de Madrid no son tontos, ni esquizofrénicos, ni extremistas, ni fanáticos, ni fascistas, ni rancios, ni ultramontanos. Sean millones, millares, decenas, o sean dos personas simplemente, merecen respeto y oído como tales. Si además esos solos dos ciudadanos han sacrificado sus vidas por huir de un País Vasco en llamas cada madrugada, donde hay que callar para vivir, donde unos vecinos son asesinos y otros asesinados, teniendo que abandonar sus trabajos, sus familias, sus amigos, su hogar, su juventud, su felicidad -como tantos otros-, alejándose de su tierra por algo que consideraban esencial, y que es la libertad, haciendo lo imposible porque sus cuatro hijos crezcan alejados de aquel delirio (y puedan hacer algo tan simple como opinar sin morir en el intento) y sepan valorarla por encima de un traje con rayas o de un escaño con micrófono, merecen hablar. Y ayer hablaron. Contra ETA. En silencio. Con su presencia. Como siempre. Sólo si fueran dos voces anónimas. Sólo por ellos dos."

Marta