lunes, noviembre 20, 2006

Pensamiento Evil


¿Qué tienen en común el No a la guerra (de Iraq), los trapicheos con Eta del gobierno o la condena a Israel como agresor?

Se opta por el terrorista internacional frente a un estado occidental, se prefiere al terrorista nacional frente al principal partido español y se opta asimismo por Hamás e Hizbulá frente a Israel.
Se opta por el tiro en la nuca, por las peores dictaduras genocidas, por el bombardeo sistemático de poblaciones civiles como arma política.

Estos pensadores éviles, llamémosles así a partir de ahora, al parecer arrastran "el" pecado original. Un pecado original que consiste en ser europeos, españoles en particular.


De esos españoles que por lo que cuentan se dedicaron quinientos años poco menos según el psoe y varios miles a ojo según Arjzallus a masacrar a todo quisqui, esclavizarlos y expoliarlos salvajemente, dejándolos a su albur una vez cometidas toda suerte de fechorías y atrocidades.


Lo cual ha originado un karma de la dimensión del agujero en la capa de ozono, siempre presente en la mente de estos pensadores.
Un karma que nos obliga a los demás a reponer tamaño desaguisado, algo que como en el suplicio de Tántalo nunca tiene fin y, una vez que la piedra está arriba de la montaña, una vez que hemos condonado la deuda, admitido sin pestañear la expropiación forzosa y rebañado con ayudas al desarrollo todas la cuentas patrias para engrosar las del monarca hereditario de turno, vuelve a caer rodando cuesta abajo en cuanto una nueva revolución con nuevas demandas acontece en territorio del Inca.
La civilización y el progreso no son, según esta peña, otra cosa que sistemas esclavistas.

Y todo tiene mucha lógica, excepto que dentro del "proceso" de micronacionalización y dado que a cada nueva segregación nacional ésta pide su cuota alíquota de deuda histórica, quien carajo se va a quedar el último sin silla y va a tener que apechugar con los pagos aplazados de todo dios, sudamericanos, africanos, moros, vascos, catalanes, gallegos andaluces y la madre que los parió.
Jopé, menos mal que los vascos no tenemos ese karma español...de la que nos hemos librao.